En la noche vi a un travesti correr con las zapatillas en la mano, el maquillaje perfecto sobre un rostro deformado por la ira. Sus gritos anidaron en las cúpulas de la rabia

En la mañana una abeja me saludó, resbalaba por un pila de hot cakes la miel, libó miel, lamí miel. Miel de hiel de hielo

A medio día un hombre me saludó por error: al devolverle la cortesía desvió la mirada y mi palma quedó sola a mitad de la calle en medio de un saludo

En la oficina una silla veía por la ventana a una jacaranda y pensé que quizá ese trozo de madera quisiera ser árbol o recordara serlo o se preguntara qué cosa tan extraña era eso que tenía enfrente así como la abeja que olvidó que la miel ya estaba hecha y quiso volverla miel
Yo nunca he sido mi él ni mi ella ni mi tú ni mi yo ni mi nadie

Eso fue mi día, Diario

¿Por qué a esta hora de la noche, que sigue siendo mi día, no se ven las abejas modernas que trabajen sobre lo ya trabajado?

¿Por qué necesitan de la noche esas criaturas que corren despavoridas de la ciudad?

Las abejas no son más que aves de alas pequeñas y desplumadas. Ridículos colibríes disfrazados de día y de noche, aves avenadas avejentadas que avenenan

De noche no hay abejas porque las abejas no han de ser libres ni felices (tigres sin garras) ni dulces (tigres con veneno)

Querido Diario, ¿Algún día esta ciudad podrá ser una colmena? Si fuera posible esto yo sería una obrera y mis hermanos también y mis vecinos igual. Mi jefe sería un zángano al igual que sus amigos, pero ¿qué sería aquel travesti cuyo ovopositor es un aguijón que tiene prendidas todas sus entrañas?


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Flickr Photostream

Twitter Updates

Meet The Author